Nuevas tecnologías y enseñanza de lenguas

¡Hola a todos! Esta es la primera entrada del blog para la asignatura Entornos virtuales de aprendizaje y recursos digitales del máster en enseñanza de ELE de la Universidad Nebrija.

Vamos a reflexionar sobre la siguiente pregunta: ¿Qué piensas que pueden aportar las nuevas tecnologías a la enseñanza de lenguas? ¿Por qué?



Yo diría que actualmente ya no existen clases de idiomas que no usen absolutamente ninguna de estas nuevas tecnologías, es decir, que no utilicen nunca recursos de audio o audiovisuales. En todos los cursos, por "tradicionales" que sean, siempre en algún momento por lo menos se escucha alguna grabación. Sin embargo, sigue habiendo muchos cursos que no van mucho más allá de eso, sea porque la tradición educativa del entorno o los propios profesores no valoran las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías o porque el centro no está equipado adecuadamente.

Creo que hoy en día no puede desatenderse el tema de las nuevas tecnologías en la enseñanza de idiomas, no solo para amenizar la clase o hacerla más lúdica, sino porque en nuestra vida diaria estamos constantemente utilizando estas tecnologías, y los alumnos van a necesitar desenvolverse con ellas en la lengua que estudian. En mi experiencia como alumna y profesora, me da la impresión de que muchas veces nos olvidamos de que las nuevas tecnologías ya no son tan nuevas y seguimos enseñando y aprendiendo con métodos antiguos que no prevén su uso y no preparan al alumno para ello. Esto no significa que el alumno no vaya a poder desenvolverse después, pues si lo necesita lo aprenderá por su cuenta, pero sería más eficiente enseñarlo en clase.

Por ejemplo, un curso de lenguas debería enseñar a los alumnos a utilizar la lengua meta cuando envían un email o un mensaje de whatsapp, cuando tienen que rellenar formularios electrónicos o utilizar webs para conseguir un servicio (por ejemplo, para comprar por internet, buscar piso, apuntarse a un curso...), conocer las webs y recursos que suelen utilizar en el país donde se habla esa lengua, etc. Y no solo incluir un apartado especial para informar a los alumnos de las particularidades de hacer estas cosas en la lengua meta (se supone que en la suya ya saben), sino fomentar que los alumnos practiquen de la forma más real posible. Por ejemplo, pueden crear un grupo de whatsapp (o en otra aplicación) donde hablen solo en la lengua que estudian; si se necesita encargar materiales por internet para la clase, lo pueden hacer los propios alumnos con ayuda del profesor; si están en inmersión se les puede pedir que, en sus actividades diarias y de ocio en las que hagan algo por internet, lo hagan en español y cuenten su experiencia en clase; o, como en esta asignatura del máster, pedirles que creen un blog en la lengua meta.

Otra cuestión llamativa es que, cuando estudiamos idiomas que se escriben con otro alfabeto, se nos enseña a escribir a mano en ese idioma, pero no a ordenador, y cada cual tiene que apañarse como pueda para aprender. En estos casos podría incluirse en el curso un apartado de mecanografía, para ahorrar tiempo y sufrimiento al aprendiente, porque sin duda va a necesitar escribir a ordenador en ese idioma: aunque no lo necesite para el trabajo ni los estudios, por lo menos tendrá que buscar palabras en google o comunicarse con gente.

Tener más en cuenta las tecnologías también ayuda a acercar al alumno a la cultura real actual de la lengua meta. Cuando estudiamos idiomas de países lejanos cuya cultura no conocemos mucho, si el manual es un poco antiguo podemos quedarnos con la impresión que en ese país no se utilizan las tecnologías, que viven como hace 20 años, y después llegamos al país y nos sorprendemos de ver que todo es igual de moderno o más que en nuestro lugar de origen. Es decir, excluir las tecnologías de la enseñanza da al alumno una imagen errónea de la cultura meta.

Además de este aspecto, las tecnologías también permiten, por supuesto, ludificar la clase (no me gusta el término "gamificar", me parece un calco innecesario del inglés) y hacerla más divertida y variada. Aunque no siempre se pueden incluir todo lo que uno quisiera, me parece interesante tenerlas en cuenta y aplicarlas en la medida de lo posible. Incluso si el profesor tiene que adaptarse a métodos más "tradicionales", porque son los que se utilizan en el centro o los que se valoran en la tradición educativa del entorno, incluir de vez en cuando las tecnologías permite proponer actividades que motiven a los alumnos que se aburren rellenando huecos, fomentar que hagan trabajos más creativos y que exploren otras posibilidades, acercar la lengua a sus necesidades reales.

Comentarios

  1. Exactamente, Laura, la clase no puede ser ajena al mundo real y debemos dotar de herramientas de comunicación a nuestros alumnos que les permitan manejarse en la cultura meta ¡Buen trabajo!

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